Si sois amantes del té y viajáis a Barcelona, os recomiendo hacer una visita al número 113 del Carrer de Saragossa. Allí, en pleno Barrio de Sant Gervasi, encontraréis Tetere. Tetería y tienda de té, Tetere es un oasis de paz, un refugio donde descansar del bullicio y la vida acelerada de la gran ciudad. Ya desde un principio, nada más cruzar el umbral de la puerta, todos los detalles nos anuncian sencillez y serenidad: las teteras y cuencos de las estanterías, los tarros marcados con caracteres orientales, el antiguo suelo de baldosas hidráulicas… y sobre todo la afabilidad en el trato por parte de los dueños: Ambròs Genís y Jing Jing Yuan. Dedicados exclusivamente a la venta de “tés puros” procedentes de Taiwán, China continental y Japón, todos los años viajan a Extremo Oriente para seleccionar personalmente, in situ, el género que venderán en su establecimiento; así, comprar en Tetere siempre es garantía de adquirir un té de reciente cosecha y buena calidad.
Conocí a Ambròs y Jing Jing a través del canal que tienen en Youtube. Gracias a las explicaciones contenidas en los videos que suben semanalmente,
somos muchos los que hemos aprendido a preparar correctamente los diferentes
tipos de sencha, gyokuro, matcha, oolong, puerh, etc. Los “ya iniciados” en el
tema saben bien de lo que estoy hablando, porque en la preparación de un buen té es importante encontrar el justo equilibrio entre distintos factores como son la temperatura, el volumen y la calidad del agua, la cantidad y frescura
del té o el tiempo de infusión. todo ello determinará que consigamos, en mayor o menor medida, extraer las más
finas fragancias y las mejores propiedades de esa planta tan especial que es la
camellia sinensis.
En Tetere las fronteras parecen desaparecer, es uno de esos lugares en
los que te sientes ciudadano del mundo. Así me pareció desde la primera vez que
la visité, una mañana de verano, en la que, arropado por el ambiente cosmopolita
del local, Manel, un antiguo cliente, practicante de kyudo (tiro con arco de
tradición Zen), nos contaba a los allí presentes, en una tertulia improvisada, las anécdotas de sus
viajes por Japón, mientras Ambrós nos ofrecía las sucesivas infusiones de un té shincha recién llegado, que previamente, con sumo cuidado, había estado
preparando sobre el largo mostrador forrado de tela.
No me cabe la menor duda de que, gracias a la labor que realizan desde
Tetere, Ambròs y Jing Jing están jugando un papel muy importante en la difusión
de la cultura del té en nuestra sociedad. En mi caso, el estudio de sus
tutoriales y haberles conocido personalmente, ha influido enormemente en mi
forma de preparar el té. Gracias a ellos he dejado el termómetro y el reloj a
un lado y la preparación de mi té se ha vuelto ahora más libre, más auténtica y relajada. Creedme que no exagero si os digo que para mí, el momento de tomar el té se ha
convertido en todo un acto de meditación en el que la paz, la armonía y el
recogimiento se aúnan con una mente flexible, una mente abierta a sensaciones,
sabores y olores que siempre son sutilmente distintos y
sorprendentes. De esta forma he podido comprender todo el significado que encierra
la frase con la que ellos acaban cada uno de sus videos: “Un buen té, una buena
preparación; un té, una experiencia”.
Os recomiendo visitar su página web:
También podéis acceder a su canal de youtube en el siguente enlace:
Algunos de los vídeos de Tetere:
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